
Hoy escuché que alguien dijo que amar era morir, y siempre me ha parecido muy curioso que las personas piensen que amar consiste en que te pongan una pistola en la cabeza y respondas: "yo lo amo, mátame a mí". Sin emabrgo, cuando leo sobre Jesús me doy cuenta que Él había muerto mucho antes de estar en la cruz. Ese madero fue algo como la muerte final, o tal vez la muerte hecha carne, pero Jesús había muerto a sí mismo en cada oración, cada milagro, cada ayuno, cada viaje por Israel; pues el amor no está demostrado en una acción final, sino en la muerte diaria. Amar es dar.
Un día leí una frase atribuida a Gregorio Polanco que decía: "no digas que para ti el morir es ganancia si el vivir no es Cristo". Recordemos primero Filipenses 1:21que dice: "Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia".
El morir sólo es ganancia cuando vivo para Jesús, porque cuando vivo para Él, muero a mí. El despertarme temprano, el ayunar, las guerras y la consagración, entre otros, son acciones que crucifican mi carne y mis deseos para hacer la voluntad del Padre hasta mi último respirar. Así pues, en el día de la persecución, ya habremos entregado todo lo que somos para morir en nuestra carne y resucitar en gloria.