Estos meses he podido darme cuenta de cómo el día a día nos consume. "Quiero pasar tiempo con Dios pero tengo trabajos", es una de las frases que más he usado y creo que en medio de la frustración de cuando me di cuenta que no podía, Dios me acordó de algo.
Tu prioridad debo ser yo.
Es complejo que en medio de las situaciones y conflictos miremos a Dios, pero por eso hablábamos de FIJAR nuestra mirada en Él. Hace unas semanas hice una noche de adoración con unas amigas y nos quedamos hasta las 2 de la mañana, lo curioso es que hacía meses que no lograba mantenerme despierta hasta después de las 11 y después de ese día, la semana siguiente pude quedarme hasta las 3 de la mañana haciendo trabajos.
Sé que este relato puede parecer incoherente para algunos pero para mi simplemente es una respuesta a:
Preocúpate de mis cosas y yo me ocuparé de las tuyas.
Que nuestra prioridad sea buscarlo porque es el único que nos dará un propósito