top of page

Unánimes. Somos uno.


Romanos 12:4-8 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;

el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

Muchas veces pasé de largo este pasaje pero nunca lo había podido vivir de una manera tan hermosa. Hace varios días en una de las ministraciones realizadas por mi iglesia, una amiga me dijo que fuéramos a orar por las personas. Le pregunté extrañada por qué las dos, y su respuesta me dejó asombrada... "Porque somos un sólo cuerpo. Tú tienes los dones que yo no tengo, y yo tengo los dones que tú no tienes", y así servimos al Señor. En un mismo Espíritu y en un mismo sentir.

Es por esto que quiero recalcar que es importante tener amigos creyentes que estén en un mismo Espíritu para servir al Señor y crecer en unidad. Si pensamos en los discípulos, nos damos cuenta de que trabajaban en conjunto, a veces a la distancia pero siempre en el mismo Espíritu y en el mismo sentir. Pedro le predicaba a los judíos, Pablo a los gentiles, pero todos los discípulos junto con ellos iban bajo el mismo propósito de compartir la obra de Cristo.

También entendía que como parte de un mismo cuerpo, debía abundar el amor y el cuidado entre nosotros. "De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan" (1 Corintios 12:26). Si una de las personas dentro del cuerpo de Cristo está dolida, oramos, animamos, abrazamos y amamos. Se debe buscar una restitución en conjunto.

La palabra "unánimes" que se ve en la Biblia en repetidas ocasiones, hace referencia al original homothumadón de homo: igual, y thumos: mente, voluntad, propósito (alma, corazón) . Eso implica directamente unidad. Cristo es la cabeza del cuerpo y nosotros sometiéndonos a Él, trabajamos en conjuntamente por el bienestar del cuerpo. Por lo tanto, nosotros tampoco podemos trabajar de manera independiente, porque no existe una parte que sea más importante en el cuerpo ya que cada una trabaja para una función en específico, y sin ella está incompleta.

Si estamos dolidos, abatidos, frustrados o enojados, dejemos que Cristo junto con el cuerpo sean una herramienta para una restitución, pero de la misma manera, si tenemos a alguien del cuerpo de Cristo que esté pasando por una situación difícil, acompañemos y amemos como Jesús. Si estamos felices, gozosos y dichosos, dejemos que Cristo junto con el cuerpo se gocen y se alegren con nosotros. De la misma manera, si alguien dentro del cuerpo está animado y está siendo honrado, amemos y alegrémonos en ello, pues somos un cuerpo que se ayuda y no que compite.

Vivamos como cuerpo, como uno solo. Apoyémonos. Amémonos. Hagamos la obra de Cristo. Somos parte de la familia de Dios, trabajemos como hermanos.


  • White Instagram Icon
bottom of page