top of page

Los valientes.


Hoy tengo un dolor en mi corazón por la humanidad. Por la manera en cómo nos hemos rebelado contra Dios y cómo nuestro corazón se ha apartado de Él. Reconozco que la batalla es difícil y que muchas veces duele luchar contra nosotros mismos.

Hoy quiero aplaudir a los valientes que día a día luchan contra su carne y animarlos...

Resulta que un día Adán pecó, la maldad se introdujo en el hombre y se mostró de distintas maneras en cada uno. Para algunas personas, mentir o engañar es algo inevitable y día a día deben renunciar a eso para que Jesús habite en ellos. Hay otras personas que luchan contra la depresión, otras con su sexualidad, otras consigo mismos, otros con la crítica, la murmuración o la falta de perdón. Para todos aquellos que luchamos día a día, les mando un gran abrazo y los honro.

Quiero que lean esto, y anhelo que los llene tanto como me llenó a mi cuando luchaba conmigo misma, con mi carne, cuando lloraba porque sentía que no podía contra mis deseos, cuando no podía acercarme a Dios porque me sentía tan distante que parecía imposible hallarlo...

Siempre llega un momento en la vida del hombre, cuando se camina con Dios, que tienes que pelear con tus deseos, y ese pelear con tus deseos toma tiempo, se cae, se es terco, pero si permaneces y luchas con todo tu corazón por el Señor, la buena batalla peleas. A veces se siente que se pierde la pasión por Dios, pero asi no quieras, asi te parezca mentira, no tienes donde ir lejos de Él. Aunque no lo quieras seguir, tú ya eres hijo, buscarlo va en tu ADN. El mundo y sus deseos pasarán pero la Palabra del Señor, permanecerá para siempre (Isaías 40:8). Para siempre. Pelea la batalla correcta. Si de aquí en adelante tienes que orar todos los días para que Dios quite esos deseos, hazlo. Hazlo las veces que sea necesario. No importa cuantas veces quieras caer, cuantas veces tu cuerpo te diga que quiere volver a ese pecado que tanto te duele pero no puedes dejar. Dilo siempre, alma mía alaba a Jehová (Salmo 103:1). Aunque tu carne no quiera alabarlo, di "yo adoraré tú nombre, Jesús". Celebra que dia de salvación llegó a tu vida. Celébralo porque tener a Dios no se compara con nada. Tienes lo mejor de lo mejor en tu vida. Celebra que eres parte de su casa. Alaba. Simplemente alaba.

¿Por qué no te acercas a Papá? Es lo mejor que puedes hacer. Has lo que tengas que hacer delante de Él. El Señor siempre responderá nuestro clamor. Se valiente, lo mejor esta por venir. Ánimo, habitar en la casa de Jehová, siempre será tu mejor decisión. No te rindas. Descansa en el Señor, descansa en Él...

Es una realidad. Alabar trae libertad. Libertad a cualquier área. Alabar nos permite centrar la mirada en Jesús y no en nuestros deseos. Se lucha, pero se lucha de rodillas. Permanece...

"Conozco tu dolor y tus luchas. He visto tus lágrimas y estoy contigo. Permanece en mi y yo permaneceré en ti, pero no abraces el dolor, no abraces el pecado. Huye, huye como hizo Josué. Aleja todo lo que esté causando una distancia entre nosotros. Búscame primeramente y alábame. Sólo en mi encontrarás libertad. No te dirijas a la ruina. Escucha mi voz y obedéceme aunque eso te cueste y te duela, porque te amo y quiero lo mejor para ti. Quiero que luchemos juntos y que aunque te cueste puedas mirarme y sentirte seguro. Ánimo que no te he dejado y te amo"

Hechos 16:25-26 (NVI)

A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. De repente se produjo un terremoto tan fuerte que la cárcel se estremeció hasta sus cimientos. Al instante se abrieron todas las puertas y a los presos se les soltaron las cadenas.

Ánimo valientes que la buena batalla peleamos.


  • White Instagram Icon
bottom of page