top of page

Como un hermano...


Los amigos... La Biblia nos habla de lo importantes que son, nos recuerda que los debemos amar y que son como hermanos.

Hoy hago este post, recordando a personas maravillosas que se han cruzado en mi camino, consejos que marcaron mi vida, llamados de atención que me hicieron abrir los ojos, abrazos que han levantado mi corazón y discusiones que me mostraron mis errores. Así que a ustedes, mis amigos, las personas que han tocado mi vida y han hecho parte de mi corazón, gracias. Y es mediante esta gratitud que hay en mi corazón que recuerdo cómo son ustedes...

Gracias porque cuando lloraba, confundida, sin siquiera saber en dónde poner mi vista, fuiste a darme un abrazo y oraste por mi.

Gracias porque cuando sentía dolor en todo mi corazón y mis manos temblaban, las tomaste entre las tuyas y me recordaste que era importante para Dios.

Gracias porque cuando decidí no contaminarme, tú también lo hiciste.

Gracias porque cuando me siento mal y hablo contigo, vienes acá y me haces reír.

Gracias porque aunque a veces soy antipática y grosera, tú sigues bendiciéndome y agradeciéndole a Dios por mi.

Gracias porque aún siendo caprichosa, no se te olvida escribirme cuánto me amas.

Gracias por cada charla sobre el futuro.

Gracias por enseñarme a ser transparente y honesta conmigo y con los demás.

Gracias por enseñarme que las relaciones sentimentales basadas en Dios, perduran.

Gracias por enseñarme a ser más fuerte.

Gracias por haber estado en la vida de mis amigos cuando ellos necesitaban un apoyo y yo no lo podía ser.

Gracias por abrir tu casa.

Gracias porque cuando yo no podía mantener mis brazos levantados, tú lo hacías.

Gracias por querer aprender de la palabra de Dios conmigo.

Gracias por seguir siendo mi amigo(a) aunque te haya tratado mal.

Gracias por cada "te amo".

Gracias por creer en mi aunque muchas veces yo no lo hice.

Gracias por escucharme una y otra vez hablar de lo mismo.

Gracias por orar por mi familia.

Gracias por creer en mis dones.

Gracias por decirme mis errores para corregirlos.

Gracias por darme de comer y de beber.

Gracias por haber escuchado a Dios.

Gracias por estar ahí mientras lloraba por el mismo joven una y otra vez.

Gracias por ese abrazo que fortaleció mi corazón.

Gracias por ese versículo que me enviaste y me permitió escuchar a Dios.

Gracias por creer en mis talentos, y gracias por impulsarme a usarlos.

Gracias por cada "oportunidad de trabajo".

Gracias por decirme mis errores.

Gracias por crecer junto a mi.

Gracias porque pese a los pocos o muchos años que no llevemos, me elegiste como amiga.

¡Te amo amiga!

¡Te amo amigo!

Gracias por ser ese hermano en tiempos de angustia (Proverbios 17:17)


  • White Instagram Icon
bottom of page