Es posible que en la parte uno de esto, todo haya sonado muy bonito por el abrazo y el amor, y la restauración y todas esas cosas, pero las relaciones implican "sacrificios".
Si bien es cierto que debemos tener una relación con Dios y que nosotros damos de lo que hay en nuestro corazón, también cabe resaltar que nosotros no somos el centro, y de esto me fui dando cuenta cuando empecé un libro llamado "Radical" (David Platt). Al parecer estamos tomando solamente lo que nos gusta de Dios y de Jesús y hacemos a un lado lo que nos incomoda de ellos. Este es el primer punto que quiero tratar hoy de los errores más comunes en nuestra relación con Dios.
1. A nuestra imagen: (Radical, pg.20)
Estamos acostumbrados a oír que estamos hechos "a su imagen y semejanza" (Génesis 1:26-27), pero en realidad muchos de nosotros estamos volviendo a Jesús a nuestra imagen. Se parece mucho a nosotros porque tomamos la parte que no queda más cómoda. Nosotros no pensamos que Jesús no nos deje enterrar a nuestro padre, despedirnos de nuestra familia, no pensamos que Jesús nos pida que le demos todo. Por el contrario, nos quedamos en nuestra comodidad de cristianos, en una iglesia sentados, en un discipulado, y recibiendo, porque Jesús no me diría eso a mi. Nuestro gran problema allí, es que en vez de adorar al Dios de la Biblia, nos adoramos a nosotros mismos.
2. Estoy cansado:
Así como mantener una buena amistad cuesta, mantener una buena relación con Dios también. No es cuestión de cómo nos sentimos, o si sentimos querer buscarlo, simplemente es una necesidad y un mandamiento. A menudo mi excusa era llegar cansada de estudiar, de ensayar y por ello dejaba de estar con Dios, pero Él debe ser prioridad, que cuando tengamos energías se las demos.
3. Cuando esté bien:
Si esperamos servir a Dios (no necesariamente en un altar) cuando nuestra relación con Él sea perfecta, estamos es un gran error porque no llegaremos a ese punto de la perfección y no podemos pretender tener algo que no construimos. Día a día debemos tener esos momentos de quietud para estar bien ¿De cuándo acá esto se trata de nosotros? Él es el centro. Por ÉL y para ÉL fueron creadas todas las cosas, no para nosotros.
¿Cómo mantener la vida con Dios?
1. La vida con Dios debe ser una disciplina:
Muchas veces tendremos pereza a la hora de leer la Palabra o de orar, es por esto que debemos tener una mentalidad y la comprensión de que esto debe ser una disciplina, un habito que poco a poco debemos edificar y alimentar en el día a día. El asunto es decidir y empezar.
2. La vida con Dios no puede depender de sentimientos:
Unas de las típicas excusas que estaremos tentados a aceptar para no tener una vida con Dios es "No me siento bien hoy", "Estoy con la depre y mi día estuvo pesado". La mente y los sentimientos no pueden ser un condicional para amar a Dios, debemos hacerlo en las buenas y en las malas, en la abundancia y la escasez, en las victorias y las derrotas.
3. Desarrolla tu propio estilo:
Hubo un tiempo en que madrugaba a las cuatro de la mañana a orar, más adelante lo hice en las tardes y ahora en las noches. A veces solo oraba y leía unos versículos, otras veces estudiaba la Palabra por horas. Elige la manera más cómoda para hacerlo, es un tiempo con tu mejor amigo, no pongas limitaciones. Música rápida, lenta, en el iPad o el celular, eso es tu elección. Eres creativo, así que busca ideas, puedes mirar los ejemplos de otras personas que te inspiren y probar algo de ello. A mi me gustó un cuarto de guerra, a otros les gusta orar al aire libre. Establece tu tiempo de oración y relación con Dios. Eso sí a pesar de elegir tu estilo (música, lugar, hora...), cuida la forma (método para estudiar la Palabra) ya que no todas son buenas o edifican y de ello depende tu crecimiento.
Notas de: CEB-J y Radical